La experiencia física y mental de viajar es el motivo que nos empeña a los humanos de seguir sintiendo curiosidad por lo que nos rodea. Aprendes, te cuestionas, extrañas, sientes, te horrorizas, te maravillas, ríes, lloras, compartes... vives. Viajar, en definitiva, es vivir.
África es la cuna de la humanidad, dónde aún habitan tribus que siguen costumbres, creencias y formas de vida ancestrales. Por eso proponemos un viaje enriquecedor, con el afán de ir cómo seres observadores, respetando estas culturas milenarias y manteniendo su hábitat intacto. Proponemos una forma distinta de viajar, dónde el objetivo deja de estar en la cámara y enfoca hacia todo lo desconocido.
Viajar, en definitiva, es vivir.
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